En este artículo os hablamos de la importancia del reciclaje de pilas usadas, pues contienen metales pesados que pueden acabar en la cadena alimentaria
¿Qué es una pila y qué tipos hay?
Las pilas son objetos que sirven como fuente de energía y tienen la capacidad de convertir la energía química en eléctrica. Utilizan compuestos químicos como el cadmio, mercurio, plomo, níquel, Zinc para generar su energía.
Tenemos muchos tipos de pilas, pero las más conocidas son:
- Las cilíndricas, que pueden ser del tipo AA, AAA, etc.
- Las de botón, que a pesar de ser las más pequeñas son las más contaminantes.
- Las baterías de móvil, que aunque son recargables y duran bastante son muchos móviles en el mundo y muchas baterías que desechar.
Con otros objetos como el cartón, el plástico, el cristal, sabemos lo que tenemos qué hacer y donde depositarlos, pero en el caso de pilas usadas, ¿cómo lo hacemos? Os lo explicamos a continuación.
¿Cómo se realiza el reciclaje de pilas usadas?
Las pilas las usamos en miles de objetos de la vida diaria. Las que no se recargan tiene una vida limitada y mucha gente no sabe qué hacer cuando se terminan, con lo cual acaban en la basura. Con otros objetos como el cartón, el plástico, el cristal, tenemos claro que hacer y donde depositarlos, pero y ¿en el caso de pilas?.
- Una vez que la vida útil de la pila se ha terminado, es muy importante llevarlas a un punto de recogida selectiva de pilas. Sino sabéis donde, hay una página web que se llama ecopilas donde podéis buscar los puntos de recogida de pilas usadas, incluso te mandan un recopilador.
- Los contenedores de pilas se llevan a la planta de reciclaje donde se realiza el proceso de separados de los metales pesados.
- De la trituración de las pilas normales obtenemos papel, plástico, polvo de pila etc.
Estos procesos son costosos, precisan de un elevado consumo de energía, además de una elevada inversión económica para separar todos los componentes. Por eso en muchas ocasiones se recurre a la incineración o se disponen en vertederos controlados.
Existe el real decreto 106/2008 sobre pilas y acumuladores y la gestión ambiental de sus residuos. Con él se pretende promover el reciclaje de pilas usadas, así como controlar los procesos de producción de las pilas. Solo se podrán comercializar pilas y acumuladores con unas determinadas características para minimizar riesgos, sobre todo en lo relacionado con los metales pesados. Los fabricantes deben hacerse cargo de las pilas usadas que los consumidores desechan.
Los metales pesados en nuestro organismo
Las pilas contienen metales pesados como el mercurio, plomo, cadmio, níquel, zinc y algunos intermedios como el arsénico y el aluminio. Si estos metales pesados no se gestionan correctamente pueden acabar en el medio ambiente y finalmente en nuestro en plato. Un ejemplo claro es el pescado contaminado con mercurio. Este es bioacumulable, con lo cual cuanto mayor sea el pez mas mercurio contendrá.
Una concentración elevada de estos metales en nuestro organismo es perjudicial para la salud y nos puede provocar múltiples enfermedades y patologías.
- El mercurio provoca alteraciones en el sistema nervioso central y periférico, en el aparato digestivo, riñones, pulmones y sistema inmune.
- El plomo en los niños ataca al cerebro y al sistema nervioso central, pudiendo provocar el coma e incluso la muerte. Puede causar anemia, hipertensión, disfunción renal, inmunotoxicidad, efectos neurológicos y conductuales irreversibles.
- El aluminio puede provocar alteraciones en el sistema nervioso y se cree que es el precursor del alzheimer
- El arsénico puede provocar daños multisistémicos y en ocasiones cáncer
- El cadmio provoca daños en los riñones y pulmones. Se cree que puede causar hipertensión y cáncer de pulmón pero de momento no hay evidencia científica clara al respecto. En Japón hubo varios casos muy sonados de contaminación por metales pesados en la cadena alimentaria. El caso de la enfermedad itai-itai (que significa ay, ay) ocurrido en la prefactura de Toyama hace ya 50 años. Esta enfermedad fue causada por envenenamiento de cadmio, que fluía en el río procedente de la minería. El cadmio llegó al organismo humano a través del agua potable y de los alimentos, ya que los cultivos de la zona se habían contaminado. Se producían deformaciones óseas porque los huesos se vuelven débiles y quebradizos. También tenían tos, anemia e insuficiencias renales entre otros síntomas.
- Otro caso fue el de los enfermemos de Minamata en el año 56. En este caso la contaminación fue por mercurio, por el consumo de pescado y marisco. Los síntomas eran variados, dependiendo del grado de intoxicación. Se veían problemas sensoriales, de movimiento, y equilibrio, de reducción de campo visual, perdida de audición etc.
Hay estudios que vinculan estos metales pesados a la mortalidad en el cáncer en España. Dependiendo de la zona en la que vivas puedes tener más riesgo de morir. Uno de los factores es el tipo de suelo que puede estar contaminado por metales pesados carcinógenos para los humanos.
Por todo ello debemos ser muy cuidadosos con los materiales que manejamos, sobre todo las pilas. Para nosotros son habituales ya que pertenecen a nuestro día a día y nos parecen inocuos, pero la realidad es que los métales pesados son materias peligrosas. Debemos asegurarnos siempre de llevarlas a un punto de recogida para que esas pilas puedan ser recicladas.
Y, además de reciclar, ¿Qué soluciones hay? Pues a mi se me ocurre por ejemplo usar pilas recargables, que aunque no tiene vidas ilimitadas duran mucho más que las no recargables.
Webgrafía
https://www.cuerpomente.com/salud-natural/metales-pesados-toxicos_1221
http://enciclopedia.us.es/index.php/Toxicidad_del_cadmio
https://culturacientifica.com/2018/03/04/caso-los-enfermos-minamata/
https://es.wikipedia.org/wiki/Enfermedad_itai-itai
http://www.consumer.es/web/es/medio_ambiente/urbano/2012/12/20/214944.php