Icono del sitio Nutrifanzine

Mercados agrícolas, de la huerta al plato

Fuente: slowfoodBCN

El mercado es nuestro vínculo con los alimentos que ponemos en nuestro plato, descubre en este artículo los beneficios de comprar en los mercados agrícolas de cercanías.

Mercados agrícolas de cercanía

Los mercados agrícolas de cercanías, de campesinos, son parte del paisaje de pueblos y ciudades desde la antigüedad. Con la aparición del supermercado quedaron un poco en el olvido y hoy en día parece que hay  un nuevo renacer de estos mercados.

Es muy bonito llegar antes de que empiece el mercado y observar como montan las paradas. Una vez listo empiezan a llegar los más madrugadores y a medida que avanza la mañana el mercado se llena de gente.

Caminar por el bullicioso mercado es un placer, escuchando conversaciones entre productores y compradores, niños que juegan, música de fondo. Es toda una experiencia.

Los mercados de los pueblos y ciudades son diferentes unos de otros, cada uno tiene sus características y productos propios del lugar. Incluso en algunos mercados se organizan actividades paralelas como música en directo, juegos para niños, barbacoas con productos del propio mercado etc. Pero todos los mercados tienen algo en común, su filosofía, una producción y consumo responsable de productos que no dañen a la madre tierra.

Ir a los mercados agrícolas de los pueblo es mucho más que el simple hecho de ir a llenar la cesta de la compra. Nos acerca a los productos que ponemos en nuestra mesa creando un vínculo con la comida que casi se ha perdido. La industrialización de la alimentación ha relegado a un segundo plano el papel del campesinado.

La industria nos pone la vida “fácil” a cambio de nuestra salud y la precariedad del campesino. Cuando hacemos la compra en un mercado es ir en contra de ese injusto sistema y poner al campesinado en el lugar que le corresponde.

Beneficios de comprar mercados agrícolas

Hacer la compra en los mercados agrícolas del pueblo o ciudad es realmente una estupenda experiencia que, además, tiene importantes beneficios. Veamos algunos de ellos:

La soberanía alimentaria

La soberanía alimentaria es el derecho de los pueblos a definir sus propias políticas y estrategias sustentables de producción, distribución y consumo de alimentos que garanticen el derecho a la alimentación para toda la población, con base en la pequeña y mediana producción, respetando sus propias culturas la diversidad de los modos campesinos, pesqueros e indígenas de producción agropecuaria, de comercialización y gestión de los espacios rurales, en los cuales la mujer desempeña un papel fundamental.

Definición de la FAO

El término de soberanía alimentaria se acuñó en 1996 por la vía campesina en la cumbre mundial de la alimentación.

El medio rural es el que da de comer a las grandes urbes y esto favorece al productor a gran escala, con lo cual, cada vez son menos los que se pueden permitir vivir de ello. Las multinacionales y los monocultivos devalúan tanto los precios que para que un campesino pueda ganar un sueldo digno deben trabajar largas y duras horas.

La soberanía alimentaria pretende impulsar políticas municipales para una mejora de calidad de vida de los productores. Que no tengan que abandonar los pueblos y las tierras en busca de una vida mejor. Se evita la despoblación de los pueblos.

Ir a los mercados agrícolas de cercanías a comprar es una forma de apoyar esta soberanía alimentaria y estos productores locales. Es hora de poner al campesinado en el lugar que le toca, de darle la importancia que se merece, ya que es el primer eslabón de la cadena alimentaria. Para ello se requieren cambios en nuestros hábitos de compra y de alimentación. No nos dejemos llevar por lo más cómodo, sino por lo más justo.

Hagamos realidad la frase “del campo a la mesa” por un mundo más justo y sostenible y una población más sana.

Y en el siguiente artículo nos vamos al mercado de las tres chimeneas de Barcelona. ¿Te vienes conmigo?.

Salir de la versión móvil